domingo, 21 de junio de 2009

No es la Practica... Es Ser Genuino...

La práctica no necesariamente te hacer el más experto en la materia. Muchas veces ser genuino, ser autentico, ser solo tu mismo, te conlleva a lo que muchos desearían llegar.
Esto se materializa en todos los aspectos de la vida... pero siempre tenemos la idea que en la cama el punto siempre debe ser el mismo.
Al hombre se le exige mas experiencia y a veces a la mujer mas inexperiencia... algunos las prefieren vírgenes... muy modosas, hasta bolsas y bobaliconas. Mientras las mujeres los prefieren mejor dotado, otras lo prefieren con dinero, otras muy romanticones y cursis. Solo mitos y nada más... por que aunque algunas digan que el tamaño no importa si no como lo muevas, pues yo defiendo mi teoría y hasta la comparo con el tamaño de los senos en las mujeres... al hombre pareciera que les diera igual, pero cuando ven unas operadas con el silicon bien puesto, pues las naturales pasan a otro plano... Así nos pasa a nosotras... aunque muchas veces no nos dejamos impresionar.
Que si, en la variedad està el gusto???... relativo... depende de lo que gustes...
Lo inesperado es lo mejor... lo prohibido sigue siendo lo mejor...
El mejor amigo de tu ex novio... la mejor amiga de tu novia... el hermano de tu novio o la hermana de tu novia... la mamá de tu ex o el papá... quien sabe... el mejor amigo de tu hermana... así cualquiera pecaría y estaría confesándose cada domingo en la iglesia. Si yo tuviera que darme golpes de pecho ya no tendría necesidad de ponerme sostenes. Si fuera ferviente y creyente de una iglesia y debiera confesarme, tal vez no perdonaría al cura. Son cosas que suceden y poco estamos pendiente de estudiar fríamente a las personas con la que deseamos estar.
A veces se presentan oportunidades en la vida que nos permiten alejarnos un poco del día a día, de dejar a un lado esa relación que te estanca y que no tiene ni pies ni cabeza. Tomo cada oportunidad como si fuera la última en presentarse y por eso decidí irme de viaje a tierras frías en mi país; que por cuestiones de trabajo terminaron en placer sin esperarlo. En este frìo sitio el paisaje era soñado, las montañas, el clima, su gente, su comida, cada historia... así es Venezuela.
Una noche me esperaba el amigo de mi hermanita, para salir a tomar algo. Luego de una jornada de trabajo, nada era mala idea. El sitio nocturno se llamaba Birosca en la ciudad de Mèrida, la música era muy alternativa, hasta dude que abortaría muy temprano la idea de estar allí toda la noche, pero me fui adaptando al lugar y a su gente, con el temor de que la droga estaba muy cerca tentándome pero no pudo convencerme. Alli pase parte de la noche con el amigo de mi hermana... el "Políglota"... ese que me contaba que las novias que había tenido era solo una francesa y una alemana, mientras yo pensaba: "Este es el carajito amigo del liceo de mi hermanita... con el que nos cansamos de patinar todos los días en la semana, con el que jugaba footchiball en el liceo en los momentos libres... este era el menor para mi..."
Terminó la música, desalojamos el sitio y yo evitaba cada gesto... "Por Dios, es el amiguito de mi hermanita". Nos fuimos a la posada a terminar de tomarnos el trago (vale mencionar que era una mezcla de cerveza con vodka, caña clara, granadina y en fin... la BOMBA). Y entre tantos temas de conversación, después de tantos años de ausencia sin vernos y sin hablar de nosotros, el sueño podía más... me cambié de ropa y me acosté a dormir, èl a mi lado solo observaba.
No se en que momento de la noche empecé a sentir sus manos en mi cuerpo calentándome cuando el frió era mi enemigo... lo cierto es que estábamos en la misma cama sintiendo lo mismo.
Cada movimiento y cada acción me hacían creer que estaba en lo incorrecto... pero ya me encontraba allí con él. Con esa mirada que me decía: "Eres la hermana de mi amiga"... y yo solo decía: "eres amigo mio también".
Todos los sentidos se encontraron en esa cama... en aquel sitio frío... ante tanta sorpresa, ninguno de los dos se atrevía a hablar, solo actuábamos, solo nos mirábamos, solo compartiamos cada segundo, solo disfrutabamos del sexo sin poder creer lo que estábamos haciendo. Y así paso la noche, entre sabanas, caricias y sin palabras. Este niño me hizo sentir extrañamente diferente, no fue aquél sexo común y animal que a veces algunos hombres expresan en la cama. Era un disfraz de inexperiencia pero auténtico, ninguno de los dos exigiamos dominio, solo queríamos sentir. Si la poca experiencia con la francesa le enseño a hacer el sexo oral de tal manera y si la alemana le enseño a tocar así... me quedo con los pocos expertos como él. No tendría mucho que enseñarle y menos tendría que perfeccionarle... así, con esa inocencia auténtica en la cama me sorprendió esa fría noche. La inocencia se vistió de fiesta con su mejor vestido y sorprendió al único invitado, fue una noche especial.
Al día siguiente las palabras enmudecieron... los gestos sobraron, y solo un cuadro en la cafetería observaba lo que sucedía debajo de la mesa. Era Simón Bolívar con su rostro desplazado, con sombras y armas, que miraban como tomaba mi merengada oreo mientras pensaba que nada había sucedido, que no sentí nada y que todo volvería a la normalidad.
De regreso a mi ciudad, luego de una semana de tanto pensar en lo sucedido, pienso en no dejarme sorprender... en que todo es pasajero... todo es ocasional...

1 comentario:

P dijo...

La vida es esto. Prestémosle atención a los
detalles. Al calorcito humeante del pis, a sacar la basura, a viajar apretados
en colectivo. Si no disfrutamos eso, ¿qué nos queda?